En Caracolí -después de la pavimentación de la carretera por parte de la Caja de la Vivienda Popular de Bogotá- no solo desaparecieron parcialmente los problemas respiratorios. Los tenderos, dueños de estancos, peluquerías, ferreterías y demás expresan que pasan por un buen momento económico: sus ventas aumentaron. 

La razón obedece a que el pavimento en los 13 tramos viales adelantado por la CVP generó progreso, desarrollo y desde luego dinamizó sus economías. No hay polvo y la higiene en los establecimientos comerciales es más palpable, lo que genera mayor aceptación entre los clientes.

Iván Vargas, dueño de un estanco, se mostró feliz. La venta de cerveza, en una de las esquinas más populares de Caracolí, aumentó. Las sillas donde se sientan sus clientes están hoy alejadas del polvo. “La gente le da más gusto venir a mi negocio. Invito al alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa a que se tome unas ‘polas’ (cerveza) en mi negocio. Yo pago. Debo agradecerle por ayudarnos con la pavimentación de la vía”, expresa.

Guillermo Guerrero, propietario de una despensa de carnes, no duda que sus ventas se duplicaron. “El cemento trae progreso. Y lo estamos evidenciando. El alcalde Peñalosa nos prometió y nos cumplió”. 

Entre tanto, José David Toro se muestra feliz, mientras expende sus frutas y verduras en su supermercado. Desde que llegó el pavimento limpia sus productos hasta dos veces a la semana. “Antes lo hacía hasta cinco veces porque se dañaban, el polvo es muy perjudicial no solo para la salud. Hoy, con la carretera principal pavimentada, el mostrador se ve mejor. Y desde luego, los clientes se sienten más a gusto”.