La ocasión es, además de su alto valor de solidaridad y compromiso, oportuna para avanzar en una cultura sobre lo que implica este ejercicio. El propio Hemocentro Distrital, entidad adscrita a la Secretaría de Salud, nos desmitifica varios aspectos y da respuestas a inquietudes básicas frente al tema. Por ejemplo, un hombre puede donar cada tres meses y la mujer cada cuatro; no engorda y oxigena los tejidos; los elementos utilizados son desechables y de uso exclusivo para cada donante, razón por la que se elimina toda posibilidad de contagio; cada donación puede salvar tres vidas y, por el carácter de solidaridad, altruismo y voluntariedad, no tiene precio, a pesar del alto significado que tiene.
Algunos datos, que debemos conocer y que apoyan la decisión de ser donante, son:
· La cantidad de sangre a donar es de 450 ml, apenas el diez por ciento del volumen sanguíneo total, que es de cinco a siete litros por persona.
· La sangre donada se analiza, se descartan infecciones, se separa en sus tres componentes principales (Glóbulos Rojos, Plaquetas y Plasma) y cada uno es transfundido a tres personas.
· Como la donación es un acto voluntario, solidario y responsable, de mayoría de edad, se debe temer mínimo 18 años, por las implicaciones legales que tiene; de otra parte, se debe tener menos de 65 años.
· Hay dos casos en que NO se puede donar sangre: si se han consumido antibióticos en los últimos quince días, por el riesgo de transmisión de procesos infecciosos; y si se ha sufrido hepatitis después de los once años, para evitar la propagación de la enfermedad.