Después de 14 años de espera, Gregoria Pineda Cervantes está a punto de recibir una noticia que cambiará su vida: la entrega de su nuevo hogar en el proyecto Paseo del Sol. A sus 60 años, Gregoria ha enfrentado numerosos desafíos junto a su familia, pero hoy la esperanza y la emoción inundan su corazón.
Bogotá D.C., Abril 01 de 2025
Por: Adriana Arango - Oficina Asesora de Comunicaciones
Gregoria forma parte del Programa de Reasentamientos de la Caja de la Vivienda Popular (CVP), una iniciativa que no solo proporciona viviendas, sino que transforma vidas al brindar estabilidad, seguridad y nuevas oportunidades a quienes han vivido en condiciones precarias. Su historia es solo una entre muchas, pero representa la lucha y el anhelo de miles de familias que esperan con ansias un hogar digno y permanente.
Desde muy joven, Gregoria tuvo que asumir múltiples roles en su hogar. Fue madre, padre y abuela para sus hijos y nietos, sacándolos adelante con esfuerzo y determinación. Sin una pareja que la respaldara, trabajó incansablemente para darles educación, alimento y un techo bajo el cual dormir, a pesar de las adversidades que enfrentaban en su vivienda en zona de alto riesgo. Su amor inquebrantable y su fortaleza fueron el pilar que sostuvo a su familia en los momentos más difíciles.
Durante años, su hogar original en un sector vulnerable de la ciudad se fue deteriorando, con estructuras inestables y amenazas constantes por deslizamientos e inundaciones. Las condiciones se volvieron insostenibles y la obligaron a mudarse a una vivienda en arriendo junto a sus dos hijos, María Helena y Jorge Alberto, y sus dos nietos que han crecido sin conocer la estabilidad de un hogar propio.
A pesar de las dificultades económicas, Gregoria nunca perdió la esperanza. Con una vida marcada por el esfuerzo, trabajó incansablemente para salir adelante. María Helena y Jorge Alberto se dedican al comercio informal, recorren las calles de la ciudad con la esperanza de obtener lo suficiente para el sustento diario. Gregoria, por su parte, complementa los ingresos familiares vendiendo productos en el mercado los fines de semana, y entre semana se encarga del cuidado de sus nietos para que sus hijos trabajen sin preocupaciones.
La historia de Gregoria refleja la dura realidad de muchas familias que, sin acceso a una vivienda digna, deben enfrentar la incertidumbre y la inestabilidad. Sin embargo, la Caja de la Vivienda Popular ha sido un pilar fundamental en este proceso, brindando acompañamiento, asesoría y una alternativa real para quienes más lo necesitan.
Hoy, después de años de espera y expectativas, el sueño de Gregoria está a punto de materializarse. La entidad ha confirmado que su apartamento en Paseo del Sol está próximo para su entrega oficial. La noticia ha traído lágrimas de alegría a la familia. “No ha sido fácil, pero siempre tuve fe. Hoy veo que todo el esfuerzo ha valido la pena. Por fin tendré un hogar donde mis nietos puedan crecer sin miedo a que nos desalojen o a que la casa se derrumbe”, expresa Gregoria con emoción.
Con la entrega inminente de su nueva vivienda, Gregoria empieza a imaginar un futuro distinto. Un hogar donde sus nietos puedan jugar y crecer sin miedo, lejos de las advertencias del Bienestar Familiar que en el pasado amenazaban con separarlos debido a las condiciones precarias en las que vivían. Recuerda su antiguo hogar con pesar: un lugar invadido por la humedad, el óxido y animales que se colaban por cada rendija; un espacio donde los deslizamientos eran una amenaza latente y el miedo era un compañero constante. Hoy, esa historia quedará atrás, dando paso a una nueva etapa llena de estabilidad y esperanza. Su vida y la de su familia están a punto de cambiar para siempre, con la promesa de un futuro más seguro y lleno de oportunidades.